Amor y Muerte
Sr Tobal | 6.11.2025
Schopenhauer habla del amor de manera muy clara y, para muchos, un poco desmitificadora. Dice que aunque el amor nos parezca algo romántico y espiritual, en realidad está muy ligado al instinto sexual y a la forma en que la naturaleza busca que la especie sobreviva. Me parece curioso cómo señala que incluso cuando creemos que actuamos por nuestros propios deseos, en realidad estamos siguiendo un impulso que busca descendencia sana. Así, para él, el amor no es solo un sentimiento bonito, sino también una especie de estrategia de la naturaleza.También me llama la atención cómo explica la elección de pareja: hombres y mujeres buscan cualidades que aseguren hijos fuertes y con buen potencial, tanto físicas como de carácter. Aunque suene frío, muestra cómo instinto, sociedad y deseo se mezclan en nuestras decisiones. Siguiendo esta idea, Schopenhauer incluso cree que los matrimonios por amor suelen ser problemáticos, porque la naturaleza se preocupa más por la especie que por nuestra felicidad personal.
Sobre la muerte, su visión también es provocadora. Piensa que nuestra individualidad es breve y poco importante, y que buscar la inmortalidad del “yo” es un error. La muerte no debería verse como algo trágico, sino como un proceso natural que nos libera de nuestro ego y nos recuerda que somos parte de la naturaleza. Reflexionar sobre esto nos puede ayudar a vivir con más conciencia, disfrutando la vida sin aferrarnos demasiado a nosotros mismos.
Lo que más me impresiona es cómo combina instinto y razón: nuestros deseos están guiados por la voluntad, pero la razón nos permite entenderlos y, hasta cierto punto, manejarlos. Pensar en el amor y la muerte desde esta perspectiva nos hace cuestionar cosas que damos por sentadas: ¿amamos por nosotros o por la naturaleza? ¿Tememos a la muerte o solo formamos parte de un ciclo inevitable? Reflexionar sobre esto nos invita a vivir con más conciencia, apreciando cada momento y entendiendo que detrás de nuestros deseos y miedos hay fuerzas mucho más grandes que nosotros.
Es un placer para mí estar de vuelta por estos mares, camaradas. Me alegra ver que el mejor blog de filosofía ha reabierto sus puertas. Seguimos en contacto.
No hay comentarios
En los mares embravecidos del Caribe, surcaba las olas un pirata diferente a todos los demás. La tripulación
y los
adversarios le conocían como el Pirata Filósofo. No se caracterizaba por su ferocidad en combate o su
avaricia por
el oro, sino por su insaciable curiosidad y su aguda mente filosófica.